Desafío Moilak

Cómo crear una exposición de 130 piezas en un espacio limitado

Fotografía de plano general donde se pueden ver diferentes objetos que componen la exposición, se trata de objetos centrados en los servicios marítimos que se dan en los puertos.

Más de 130 piezas narran la historia de los dos últimos siglos de los puertos vascos en la nueva exposición que hemos producido desde el Euskal Itsas Museoa. ¿El reto? Dar cabida a esta gran variedad de objetos en un espacio limitado y dispuesto en dos plantas. 

“Moilak. Tradicionalmente innovadores” cuenta la historia de los puertos vascos a través de unos de los protagonistas que han ido forjando este relato: los objetos. Se trata de herramientas, utensilios o maquetas que pertenecen a la colección del Euskal Itsas Museoa y de otras entidades prestadoras.

Cuando el objeto narra

El desafío al que nos enfrentamos en Moilak fue el de que eran los objetos quienes marcaban el relato de la muestra, algo totalmente fuera de lo normal. 

Nos encontramos con una selección de más de 130 piezas de tamaños muy diversos. Obras como la maqueta arqueológica de la nao San Juan, de casi 5 metros de largo y 3 de alto, debían convivir con otras infinitamente más pequeñas como latas, maquetas, y cuadros.

La variedad de tipos de objetos y de tamaños y la limitación del espacio -dos plantas de algo más de 120 metros cuadrados cada una-, nos llevaron a decidir que, en lugar de construir un relato cronológico con toda la selección, íbamos a apostar por plantear una visión más conceptual en la primera planta, y presentar un relato cronológico en la segunda planta. 

Conceptos básicos de la muestra

Así, al idear esta exposición, escogimos piezas significativas de esa selección inicial para explicar los conceptos básicos de la muestra: 

  • Los puertos
  • El mar 
  • La tradición innovadora vasca
  • Objetos actuales

Para apelar a la persona visitante presentamos estas piezas, la nao entre otras, comparándolas con conceptos y objetos actuales con los que la persona que visita la exposición se sintiera familiarizada. 

  • Poder evocador

De esta manera, permitimos que estas piezas y audiovisuales clave tuvieran su espacio y su protagonismo en la planta baja, sin eclipsar al resto de objetos, y aprovechamos su poder evocador para que las personas visitantes, especialmente las más ajenas a esta historia, se sintieran interpeladas.

  • Soportes personalizados 

En la siguiente planta, donde narramos cronológicamente la historia reciente de los puertos vascos, el reto recaía en hacer convivir las diferentes tipologías de piezas.

Para hacer frente a esto, construimos y diseñamos unos soportes modulares fáciles de adaptar a las características y limitaciones de las piezas. Estos soportes personalizados permiten, de una manera natural, en diques, simular la heterogeneidad de los puertos. Es decir, creamos un diseño que también contribuye al relato de Moilak. 

Fotografía de la exposición Moilak donde se ven los diferentes módulos con objetos que tiene el museo